Cómo ayudar a los niños a expresarse con confianza
La comunicación de 2 a 5 años
A veces, cuando buscamos respuestas, la frase que más escuchamos de nuestros niños pequeños es "no sé". Hablando con varios grupos de padres, la mayoría están de acuerdo en que esto es bastante frustrante cuando intentas descubrir qué es lo que les pasa, si hay algo que va mal o cuando no sabes qué necesitan.
Para evitar que el "no sé" se convierta en su respuesta habitual, es importante hacerles preguntas específicas para obtener respuestas específicas. En lugar de "¿cómo estás?" o "¿qué tal en la guardería hoy?", pregúntale "¿con quién has jugado hoy?" o "¿qué historias te han contado esta tarde?”, “¿qué has aprendido en clase de plástica o de inglés?". Cuando los niños se arrancan a hablar y te cuentan cosas, es importante prestarles atención, escuchar y mirarles para observar su comportamiento no verbal y percibir el tono o sonido de su voz.
Reserva un rato cada día para hablar con ellos, uno por uno, dedicándoles un tiempo exclusivo, ya sea de camino a casa desde la guardería, o mientras haces la cena. Lo importante es que tu hijo sepa que tienes tiempo para dedicarle. ¿Por qué no reserváis un rato para leer juntos? Los estudios indican que 1 de cada 10 niños tiene dificultades con el habla y el lenguaje. Si detectas que tiene problemas con la estructura de la oración, la concentración o el significado de las palabras, acude a un experto.
Comunicación desde los 5 hasta los 12
Las técnicas de comunicación de los niños a menudo son copias de las de los padres, así que vale la pena que analices tus códigos de comunicación con tus propios padres, amigos y familiares. ¿Levantas la voz a menudo? ¿Interrumpes a las personas cuando están hablando?
Procura no presionarles en las conversaciones, a ninguna edad. En lugar de empezar una conversación con una pregunta, háblales sobre cómo te ha ido a ti el día (cualquier cosa vale, desde lo que has preparado para comer, hasta lo que has hablado con su padre hace solo unos minutos). De esa forma se sentirán más cómodos hablando ellos también, ya que responderán de forma automática. Cuando digan algo que te sorprenda e incluso te asuste (tal vez no les guste un maestro, o un amigo del colegio les haya molestado), controla tu reacción: una respuesta dramática puede asustar al niño y hacer que la próxima vez se guarde para sí mismo lo que le pasa. Procura mantener la calma y ser abierta, y resiste la tentación de encontrar una "solución" inmediatamente (ya con que consigas que tu hijo se sienta cómodo hablando de temas personales es un gran paso).
Predica con el ejemplo cuando se trata del lenguaje, verbal y corporal, eso es muy importante a esta edad: cuando hables con ellos, controla los mensajes que manda tu cuerpo, ¿estás cerrada a la conversación? ¿Agitas los brazos cuando estás enfadada? ¿Pones los ojos en blanco cuando estás irritada? Controlarte tú y enseñarle a él a hacerlo es un gran paso para que aprenda a relacionarse bien con los demás.
Comunicación durante la adolescencia
Es tentador bombardear a los adolescentes con mil preguntas según entran por la puerta, pero es mejor idea esperar un poco hasta que ellos inicien una conversación contigo, de esa manera no se sentirán agobiados ni bajo presión.
Día a día, piensa en cuáles son sus formas preferidas de comunicación: si le encanta enviar mensajes de Whatsapp, llamadas, notas de voz, chats de Instagram… Bríndales privacidad y no invadas su espacio; si creen que estás fisgoneando en sus correos electrónicos o en sus llamadas, solo se cerrarán más. ¿Ves viable tener una charla informal todos los días? En el coche, por ejemplo?
Por otra parte, ya que los niños imitan nuestro comportamiento, da ejemplo cuando surjan problemas o situaciones difíciles. Si ven reacciones agresivas, harán lo mismo cuando las cosas se caldeen. Mientras hablas con ellos, presta atención a las cosas que les preocupen y que puedan remediarse fácilmente, como la caspa, el sudor o los granos hormonales, esos problemillas físicos que a todos nos han vuelto locos a su edad. Déjales un bote de h&s en el baño y una Gillette Body, con una recomendación de uso, y no digas más al respecto (te lo agradecerán).
Aliéntales a leer y escuchar la radio o los podcasts, y si les gusta escribir, sugiéreles que comiencen un diario: volcar sus pensamientos en papel le dará una salida a sus sentimientos. Eso sí, tú nunca cotillees ese diario: ¡es la manera más rápida de perder la confianza de un hijo adolescente y cortar todas las líneas de comunicación!
¿Qué te parece este artículo? ¿Nos hemos perdido alguna recomendación importante? Si deseas compartir tus propios consejos sobre cómo animar a tus hijos a expresarse con confianza, déjanos un comentario a continuación.