Una excesiva exposición al sol puede hacer que nuestro pelo se vea opaco, decolorado y frágil, y que además sea propenso a las puntas abiertas y el encrespamiento.
Cuando la radiación de la luz ultravioleta (UV) penetra en la cutícula del cabello (la capa protectora más externa del eje del pelo), pueden producirse unas moléculas altamente reactivas llamadas "radicales libres", capaces de provocar daños de diferentes maneras:
Cambios de color: La melanina, el pigmento natural que le da color al pelo, nos regala cierta protección: combate a los radicales libres y también absorbe y filtra luz UV. Sin embargo, la radiación UVA excesiva altera el pigmento, causando cambios de color. Pasa en todos los tipos de cabello, aunque el daño es más visible en el pelo de color claro, que contiene menos melanina.
La luz del sol también seca el pelo, y desvanece cualquier colorante artificial presente en el mismo.
El daño estructural: Con la exposición a la radiación UVB, los radicales libres atacan a las proteínas del cabello, especialmente a la queratina, que es la que compone el eje del pelo principalmente. Este daño es más grave que el efecto de la radiación UVA.
Por supuesto, el daño solar en el cabello no es tan grave como el daño en la piel. Las partes vivas de pelo (folículo, raíz, vaina de la raíz y la glándula sebácea) se encuentran debajo de la piel y están protegidas. El eje visible, el pelo en sí, no está vivo, por lo que no puede desarrollar ninguna enfermedad debido a la exposición UV. Incluso si está dañado, pronto será reemplazado gracias al crecimiento.
Eso sí, a corto plazo, el cabello dañado afecta a la apariencia, que tiene incidencia directa en nuestra imagen y la confianza en nosotros mismos. Por ello, si no nos sentimos felices y a gusto con el aspecto de nuestro cabello, tal vez podamos sentirnos inseguros e incómodos.
Ahora, afortunadamente, es posible proteger nuestro pelo del mismo modo que cuidamos nuestra piel de forma rutinaria, con protectores solares para el cabello. Son relativamente nuevos en el mercado, y están diseñados para filtrar la reparación UV y proteger el cabello. Algunos champús y acondicionadores sin aclarado ya contienen protector solar, y también hay aceites y aerosoles con FPS (factor de protección solar). De cualquier forma, toma precauciones y lee bien la etiqueta porque algunos de estos aerosoles pueden contener alcohol, un ingrediente que también podría dañar el cabello.
La ciencia de la fotoprotección de pelo es todavía un campo relativamente nuevo. En general, no todos son tan eficaces como los diseñados para la piel, así que no está de más tener en cuenta estos otros consejos de protección:
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