SEXUALIDAD: ANTICONCEPCIÓN Y ADOLESCENCIA


Familia
4/03/2021
Un método anticonceptivo adecuado en una situación puede dejar de serlo en otra nueva, como por ejemplo si cambias de pareja. Siempre es mejor que un profesional de la salud (ginecólogo, centro de planificación familiar o médico de cabecera) te ayude a decidir cuál es el mejor método anticonceptivo para ti.

¿Cómo elegir en las primeras relaciones?

El preservativo

En general, en las primeras relaciones con penetración están recomendados primordialmente los métodos de barrera, principalmente el preservativo. El preservativo masculino es una funda muy fina, elástica y resistente que se coloca sobre el pene, cuando está erecto, siempre antes de la penetración. El preservativo femenino es menos conocido y se usa menos, tiene forma cilíndrica y es tan fácil de introducir como un tampón. Ambos tipos de preservativo pueden ser de látex y de poliuretano.

El preservativo protege frente al embarazo y frente a las infecciones de transmisión sexual. Si se usa siempre, de forma correcta y siguiendo las instrucciones alcanza una efectividad del 98-99%. Hay que usarlo en todos los días del ciclo (incluso durante la menstruación) y siempre que haya penetración. Se debe poner antes de la penetración, no sólo en el momento de la eyaculación. Además se puede usar otro método asociado al preservativo, como por ejemplo la anticoncepción hormonal, asegurándote así casi el 100% la eficacia frente al embarazo no deseado y frente a las infecciones de transmisión sexual.

La anticoncepción hormonal

Es otro método anticonceptivo adecuado para la adolescencia. Actualmente se puede usar en forma de píldoras, parches o anillos vaginales. Están compuestos por hormonas que impiden que se produzca la ovulación. Sin embargo debes tener en cuenta que no protege frente a las infecciones de transmisión sexual.

¿Y si parece que algo falla?

En el caso de una relación no protegida o si se sospecha un fallo del método anticonceptivo habitual (como por ejemplo si se rompe un preservativo o queda retenido en la vagina), se debe realizar una anticoncepción de emergencia. En la actualidad existen dos métodos: la píldora del día después o la inserción de un dispositivo intrauterino (DIU) antes de que hayan transcurrido 5 días de la relación sexual, si bien en la adolescencia es más recomendable el primer método.

La píldora del día después (también llamada anticoncepción de emergencia o anticoncepción poscoital) consiste en tomar una píldora después de un coito sin protección para prevenir el embarazo. No es abortiva ya que no interrumpe un embarazo establecido. Tiene una eficacia de un 80%, evita 7 de cada 8 embarazos. Lo ideal es comenzar a tomarla antes de que transcurran 48 horas desde el momento del coito de riesgo, pero si es necesario, se puede tomar incluso hasta 5 días después. Sin embargo, cuanto más pronto se tome la píldora, mayor será su eficacia por lo que se recomienda tomarla lo antes posible.

Actualmente, es un fármaco que se vende en las farmacias, y no hace falta receta médica para comprarla.  Recuerda que la píldora del día después es un método de uso ocasional y en ningún caso puede sustituir a los medios habituales de anticoncepción.

Sexo seguro, lo más importante

Tu salud sexual no pasa sólo por evitar un embarazo no deseado, sino también por evitar las conductas de riesgo que aumentan la posibilidad de contraer una infección de transmisión sexual (I.T.S.). Actualmente se considera que hay más de 30 infecciones de transmisión sexual. Evidentemente la más peligrosa sigue siendo el SIDA (virus de la inmunodeficiencia humana), aunque no podemos olvidarnos de la gonorrea, las hepatitis, el herpes, la sífilis y las chlamydias, que son infecciones que también pueden causar trastornos importantes.

Utilizar siempre el preservativo, en las relaciones con penetración, en las relaciones sin penetración en las que el semen contacte con la vagina, en el sexo oral y en el sexo anal, es la primera arma para prevenir las infecciones de transmisión sexual además de, como ya hemos comentado, protegerte del embarazo no deseado.

Está demostrado que si inicias precozmente las relaciones sexuales presentas mayor riesgo de contagio de I.T.S. o de un embarazo no deseado. Sin embargo, no hay una edad fija a partir de la que una mujer puede empezar a mantener relaciones sexuales con seguridad. Mientras estés bien informada sobre anticoncepción y sexo seguro puede ser cuando tú lo desees y te sientas preparada. Tan normal es empezar muy joven como mujeres que deciden mantenerse vírgenes hasta tener una pareja estable o casarse, e incluso algunas que deciden no mantener relaciones sexuales nunca.

También está demostrado que tener múltiples relaciones (tú o tu pareja) aumenta el riesgo. Por ello es muy importante conocer la vida sexual de la pareja. Debes poder hablar con tu pareja sobre las relaciones sexuales en el pasado o si tiene otras relaciones en el mismo momento y también si ha tenido algún antecedente de infección de transmisión sexual o de uso de drogas intravenosas. Con esta información podrás valorar el riesgo de la relación y decidir que precauciones tomar.

El ginecólogo, tu aliado

Por último debes saber que el ginecólogo es el mejor aliado para cuidar de tu salud sexual. Si tienes relaciones sexuales debes hacerte una revisión ginecológica cada año, pero también es aconsejable acudir al ginecólogo en el momento, o antes, de iniciar las relaciones sexuales, fundamentalmente para informarse de los métodos anticonceptivos. Además esta primera visita es una buena oportunidad para preguntar cualquier duda que te preocupe relacionada con el sexo seguro o con tu propio desarrollo sexual.

Artículo revisado por El Comité Médico de Salud de la Mujer Dexeus - Fundación Dexeus Salud de la Mujer.

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