QUÉ HACER CUANDO NO PUEDEN DORMIR
El sueño es necesario, dormir es básico para el crecimiento y desarrollo de tu hijo, ¡y para tu cordura! Si estáis experimentando en casa cualquiera de los siguientes síntomas, es probable que sientas que estás perdiendo el control del comportamiento de tu hijo y de tus propias emociones... Pero lo cierto es que tiene un problema de sueño y tal vez debas considerar la solución del "llanto controlado":
- Tu hijo se niega a ir a dormir o tarda mucho tiempo en acostarse más de dos a tres veces a la semana.
- Solo se va a dormir cuando se acuesta con vosotros más de tres veces a la semana.
- Retrasa su hora de acostarse, luchando antes de ir a la cama.
- Se despierta por la noche.
- Viene a tu dormitorio o insiste en compartir vuestra cama de forma regular.
- Se despierta antes de las 5 de la mañana más de dos o tres veces a la semana.
Y tú...
- Te encuentras cediendo.
- No hay paz y tranquilidad.
- Temes el momento de llevarle a la cama.
- Estás cansada todo el tiempo.
- Te encuentras gritando a tu hijo antes de dormir o cuando se va a cercando el momento.
El método del llanto controlado
Es un método de sueño que se basa en una rutina de la hora de acostarse. La idea es enseñar a los niños a irse a dormir por su cuenta y no llorar en el medio de la noche. Lo ideal es que siempre se vayan a dormir a la misma hora, después de una rutina de acostarse, como cenar, darse un baño y escuchar o leer una historia.
Bésales y despídete de ellos con un "Buenas noches" pronunciado con voz firme, y deja el cuarto cuando todavía estén despiertos. Si ellos no se conforman, a los pocos minutos tendrás que dar el siguiente paso. Puedes optar por quedarte en su habitación, o sentarte fuera de ella.
Método uno: Permanecer en la habitación al lado de tus hijos y descansar tu mano sobre ellos. No hables si no es para decir "sshh" en silencio y de manera repetitiva. Estate preparada para que lloren un máximo de 20 minutos. Haz esto cada vez que se despierten la primera noche. La segunda noche, siéntate junto a ellos, pero no los toques. Utiliza solo tu presencia y tu voz, no hagas contacto visual. Cada noche muévete más lejos, en unos 5 días más o menos tendrás que acabar sentada junto a la puerta. A veces, justo cuando creas que están calmados puede que vuelvan a armar alboroto, esto es completamente normal. Tendrás que regresar y volver a iniciar el proceso.
Método dos: Fuera de la habitación.
Pon a tu niño en la cama, arrópalo y bésalo con amor, diciéndole "buenas noches" con firmeza, para que sepa que hablas en serio. Sal de la habitación y déjalo llorar durante un minuto. Después, vuelve a entrar en su habitación, tranquilízalo y cálmalo. Una vez más, sal de la habitación, pero esta vez, espera dos minutos antes de volver a entrar. Repite el proceso sumando dos minutos a su espera cada vez. Pueden tener una "recaída", si es así, retrocede un paso y empieza de nuevo.
El argumento en contra
Algunos informes muestran preocupación con este método, ya que puede enseñarles a no buscar ayuda cuando están en problemas. El llanto es la forma en que un niño de la señal de socorro o malestar. Dejarlos llorar sin consuelo, incluso por períodos cortos de tiempo, puede causarles angustia.
El argumento a favor
Este método funciona, ya que le da al niño el beneficio de la duda, con apoyo emocional, para ver si puede auto-calmarse. Si no es así, tú puedes ayudarle. Dejar a los niños llorar durante períodos cortos de tiempo antes de entrar, les enseña que estás ahí y no los ha abandonado. Ellos por lo tanto no tienen que llorar y son capaces de calmarse en un ambiente seguro y tranquilo, porque están controlados. Eso sí, asegúrate de que el problema de sueño de su hijo es la conducta y no una cuestión de salud.
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