San Valentín, el verdadero amor y sus mandamientos
Siempre se dice que el verdadero amor “hay que cuidarlo”, y es cierto, hay que mimarlo, alimentarlo y protegerlo del descuido y el desgaste, porque si no el amor se escapa, se duerme, o sencillamente se va. Por eso en San Valentín a nosotras nos gusta recordar que el amor no vive de detalles de un día, si no que vive en los detalles de todos los días.
Mandamientos para el verdadero amor
Si necesitas un poco de inspiración o un empujón para recuperar la magia en tu relación de pareja, aquí te dejamos algunos “mandamientos”, aderezados con trucos y consejos para cuidar el amor, ¡la intención ya la tienes!
Amarás a tu pareja sobre todas las cosas
Préstale atención y dale cariño todos los días, como a una flor, para que no se sienta abandonada o poco importante. Estés lo ocupad@ que estés procura encontrar tiempo para vosotros, tiempo para dar al verdadero amor de tu vida, tiempo para hablar de vuestras metas y sueños, para construir una amistad y una unión más cariñosa y sensual.
No tomarás el nombre del amor en vano
El amor verdadero es algo único y muy especial, no lo confundas con otros sentimientos imprevistos. No te despistes, valora lo que tienes y sé coherente contigo mismo y con tu pareja.
Santificarás las fechas especiales de tu amor
Recordar esos días en los que sucedió algo especial, un aniversario, un nacimiento o una fecha sentimental significativa, es importante. No es necesario un regalo, ni una celebración lujosa. Será suficiente con que te acuerdes y tengas un detalle o un gesto cariñoso con esa persona tan especial que forma parte de tu vida. ¿Qué tal una cena sorpresa en casa a la luz de las velas para compartir con el verdadero amor? ¿Y en ese restaurante que le encanta?
Honrarás a vuestra familia
Y eso incluye la suya, la tuya y la que formáis juntos. Tu pareja y tú estáis en el mismo barco y debéis intentar remar en la misma dirección, por ello, respeta, entiende y asume de donde viene y a dónde vais juntos, y apóyale. Ponte de su lado cada vez que puedas cuando surjan problemas en el “mundo exterior”, tú eres su compañer@, su respaldo.
No “matarás”
El aburrimiento, la frustración y los roces diarios pueden llegar a matar el amor. Ten en cuenta que necesitarás unos 20 comentarios positivos para contrarrestar el daño hecho por uno negativo, es así. El ser humano es muy sensible. Complace, reconoce sus logros en voz alta, su atractivo. El verdadero amor se cuida diciéndole lo que sientes y lo que te hace sentir. Si te gusta su forma de ser, lo que piensa, lo que hace y cómo lo hace, es la primera persona que tiene que saberlo.
Cometerás actos puros
El tacto humano libera endorfinas que hacen sentir bien a quien da caricias y a quien las recibe. Cógele de las manos con mayor frecuencia, acaricia su mejilla, revive la forma en que solíais tocaros al inicio de vuestra relación, abrázale por la cintura… el contacto físico ayuda a fortalecer las relaciones, y recuerda: una unión sólida puede enfrentar cualquier tormenta.
Cuida a quien es el verdadero amor
Siempre que puedas. Abrazos, sonrisas, miradas y besos, y regalarás pequeñas muestras de amor, como halagos y agradecimientos sinceros, un desayuno en la cama “por que sí” un sábado cualquiera, un mensaje bonito, una carta de tu puño y letra en el buzón…
No dirás falsos testimonios ni mentiras
Porque la mentira destroza la confianza, eso no es ningún secreto. Una vez mientes, algo en ti se ensucia, y cuando tu pareja lo descubre, algo en su interior se rompe. Reconstruir la seguridad y el lazo sincero de la relación requiere mucho esfuerzo, transparencia y humildad, además de buena intención, algo fundamental en el verdadero amor. Así que… antes de tener que arreglarlo, piensa dos veces si mentirle merece la pena, la respuesta siempre será “no”.
Consentirás pensamientos positivos y escucharás
Los conflictos son una parte normal, e incluso saludable, de cualquier matrimonio. Habla menos y escucha más, intentando ver “el lado bueno de las cosas”. Las culpas, los insultos y las peleas no traen nada bueno; la comprensión y las buenas intenciones sí, y más en el verdadero amor. Ten en cuenta que los sentimientos a flor de piel necesitan ser expuestos, y que, a veces, lo único que necesitamos para sentirnos más cerca de alguien es prestar mayor atención a lo que dice.
No codiciarás lo ajeno, en general
Porque si lo haces es que no eres feliz, ni estás contento con lo que tienes. La envidia es la puerta de la infelicidad, la mente se obsesiona y esto destruye la paz en la pareja.
Amarás a tu pareja como a ti mismo
Con todos sus defectos y virtudes, en la felicidad y en los conflictos, de forma sincera. Compórtate con ella o con él como te gustaría que lo hicieran contigo. ¡Pero ojo! Eso no incluye los regalos: para regalarle algo piensa solo en la otra persona, en lo que le gusta, en lo que le ilusiona, en lo que le hará feliz, el verdadero amor funciona así.
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