¡La patinadora española, Sara Hurtado, se une a Ecomar por el cuidado de los océanos con el apoyo de P&G!


Familia
13/06/2022

La patinadora española, olímpica en Sochi 2014 y Pyeongchang 2018, Sara Hurtado, es una de las beneficiarias del programa de P&G, “Athletes For Good.” En el marco de su patrocinio de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, este programa concede subvenciones en áreas de la igualdad e inclusión, impacto comunitario y sostenibilidad medioambiental, ¡apoyadas por más de 65 atletas!

En honor al Día Mundial de los Océanos, Próxima a Ti se sentó con Sara para aprender más sobre su impresionante carrera en el patinaje olímpico y también, ¡cómo está conllevando un impacto comunitario a través de esta iniciativa ambiental!

 

¿Cómo fueron tus primeros pasos en el mundo del patinaje? ¿Practicas el deporte desde pequeña?

“Mis primeros pasos fueron de la manera más natural posible: Mi hermano mayor y yo éramos unos niños muy activos, mis padres nos llevaban a jugar al tenis, tocar el violin, yo bailaba, mi hermano dibujaba… Y después de haber ido a la pista de hielo para varios cumpleaños de amigos y ver que nos lo pasábamos muy bien mi madre nos preguntó que, si queríamos aprender a patinar bien y así fue, nos apuntó a la escuela de patinaje y desde el primer día yo sentí como que ese era mi sitio, de repente los días que íbamos a patinar eran los mejores de la semana para mí.”

“Así que, en cierta manera, yo creo que el hecho de que hiciéramos más actividades favoreció que encontrase la que más me gustaba. Porque sí, me gustaba el atletismo y llegué a correr un cross en un campeonato de Madrid, pero le faltaba la parte artística que descubrí con el patinaje.”

 

 ¿La vida del deportista de élite es muy sacrificada. ¿Qué obstáculos has tenido que superar para llegar a dónde estás hoy?

Obstáculos de todos los colores… Desde lesiones graves pasando por quirófano, pasando por problemas burocráticos de todo tipo ya que el vivir fuera no lo ha puesto muy fácil, luego muchos problemas económicos en los que mi familia me ha salvado siempre y bueno luego obstáculos del propio deporte. “

“Pero yo siempre digo que en el fondo el mayor sacrificio que he hecho es el del tiempo. Tiempo con mi familia y amigos en las ocasiones especiales y en las no tan especiales, el no poder estar ahí para cosas del día a día como acompañar a mi madre a hacer la compra, que parece una tontería, pero a mí eso me da la vida. Pasar un rato con mi madre entre fruta y yogures contándonos la vida y compartiendo ese momento, cuando estás lejos echas muchos de menos esas pequeñas grandes cosas.”

 

¿Cómo llevó no clasificarse en los pasados JJOO? ¿Le ha supuesto una motivación de cara al futuro?

“En un principio fue muy duro, porque era nuestro objetivo. Pero luego, en frío, te vas dando cuenta de que no podías haber hecho más, que lo que estaba en tu mano lo ejecutaste como querías y entonces ahí es donde encuentras el consuelo.”

“Por nuestra parte, estuvimos al 200%, no nos arrepentimos de nada y aunque el resultado no fue el deseado, el camino ha sido de lo más enriquecedor y esto sí que nadie nos lo puede arrebatar. Es la segunda medalla del deportista. Primero está la física que solo unos pocos acaban disfrutando y luego está la personal que te la trabajas tú mismo construyendo como persona y aprendiendo con cada experiencia.”

“En ese sentido yo creo que todo puede acabar convirtiéndose en una motivación, uno tiene la capacidad de elegir si eso te lastra o te llena de aprendizaje para ser más fuerte y tener mejores herramientas la próxima vez que te veas en la misma situación. Yo personalmente no creo en la motivación que nace del rencor o de la rabia porque algo no ha salido como tú quieres y te fuerzas a hacer cosas para compensar ese sentimiento, creo que al final acabas igual de vacío si ese es el sentido que le das a tus actos, sin embargo si le das la vuelta a esas sensaciones desagradables y buscas entender de verdad por qué te parecen desagradables no te acabarán controlando nunca, si no que las podrás usar para conocerte mejor y así tomar mejores decisiones.”

 

¿Cómo es la preparación de unos JJOO? ¿Se está preparando para Milán – Cortina 2026?

“La preparación para unos JJOO es lo más intenso que se puedan imaginar. Comes, bebes, duermes y hasta respiras con un objetivo en mente: Sacar lo mejor de ti para llegar en tu mejor versión a la cita olímpica. Estés o no clasificado, la tensión es la misma. Constante y envolvente.”

“En nuestro caso, los patinadores pensamos en las coreografías soñadas para los juegos incluso años antes de que lleguen, porque sabes que es un momento especial y así lo quieres reflejar en el hielo, quizá haciendo honor a alguna parte de la cultura de tu país como hicimos Kirill y yo en Pyeongcheng con el ballet de Don Quijote, o quizá quieres mandar un mensaje potente para que el mundo lo vea, lo aprecie y les atraviese. Son cuatro años de construir a diario para que en escasos 4 minutos demuestres que mereces estar ahí y vaciarte con tu mejor versión. Creo que solo los olímpicos tenemos la paciencia y la determinación para aguantar algo así, también porque sabemos que la recompensa merece la pena. Solo estar en hielo olímpico te da la sensación de tener super poderes.”

“En cuanto a Milán-Cortina 2026, no, Kirill y yo ya hemos dado por terminada nuestra carrera en la alta competición, pero bueno, no tenemos que descartar estar ahí como entrenadores o como parte del equipo de comunicación.”

 

¿Cómo conoció las becas de P&G? ¿Qué significa haber sido una de las atletas beneficiarias del programa Atheletes for Good?

“Las conocí por la newsletter que recibimos del COI. Nada más ver a qué iban destinadas me pareció la culminación de lo que significa ser olímpico, cerrar el círculo devolviendo a la sociedad. No entiendo mejor manera de llevar el nombre de olímpica que sirviendo de canal de ayuda a proyectos que de verdad generan un impacto positivo en el mundo, ayudar a ayudar… No dudé ni un segundo de que quería aplicar.”

“El poder ser beneficiaria es darle un sentido extra a todo ese esfuerzo y sacrificio que hacemos a diario, es saber que puedes conseguir cosas más allá de tu propia persona, tener un impacto positivo en tu entorno y poder verlo y vivirlo con tus propios ojos. Es como una medalla vital, de verdad.”

“Muchas veces, cuando vemos todos los problemas a los que nos enfrentamos como seres humanos te acabas sintiendo desbordado y muy impotente por verte sin capacidad de ayudar más allá de una donación aquí o allí, el hecho de tener esta oportunidad hace que esa impotencia se sienta menos frustrante porque puedo ver que sí, que hay gente trabajando por encontrar mejores maneras de ayudar, que tengo la oportunidad de hacer un poco más y que además lo hago con los valores olímpicos por bandera. Creo que es el mejor premio que he recibido como deportista en toda mi carrera. Me siento muy afortunada de poder ser parte de esos olímpicos que no se conforman y que van más allá para construir un mundo mejor.”

 

¿Por qué eligió la Fundación Ecomar como la organización con la que colaborar?

“Porque creo que el trabajo que hacen es vital e incluso diría urgente para poder salvar el planeta, después de los datos que nos llegan de los informes sobre el cambio climático y del impacto humano en el ecosistema. Son datos estremecedores y ECOMAR los aborda de una manera que considero muy efectiva y que no se limita en un momento en concreto. Me refiero a que se encargan de limpiar las aguas de toda España, pero no solo eso, lo hacen con grupos de niños y niñas de los diferentes colegios de la zona, les enseñan a apreciar lo que tienen a su alrededor, a como consumir de una forma más consciente y reciclar como es debido, les abren los ojos haciendo la actividad de recogida y pesando en el momento la cantidad de residuo que se recoge… Esto son experiencias que esas pequeñas personas no van a olvidar nunca y hace que la próxima vez que estén en un entorno natural, se cuiden de no contaminarlo. Ésa es la clave, la generación de consciencia sostenible para parar la destrucción de nuestro entorno.”

“Para mí, la naturaleza es algo que me importa mucho. Mi propio deporte nació como medio de transporte entre los lagos y ríos que se congelaban y ahora con el calentamiento global estamos perdiendo el hielo de la tierra. Me da tantísima pena que no seamos capaces de darnos cuenta de que lo necesitamos… Por eso me siento tan conectada a los valores de ECOMAR, su presidenta Theresa ex-regatista olímpica y doble medallista pudo comprobar el impacto de la contaminación en el mar, también su medio de competición y de ahí las ganas de querer cuidarlo y hacer algo al respecto. El hielo no deja de ser hermano del mar y así uniendo fuerzas es como saldremos adelante.”